Una de las más bellas mansiones coloniales, construida en Tunja a finales del siglo XVI, es la Casa De Ruiz Mancipe, típica del estilo Barroco que se impuso en la época de la colonia en la arquitectura civil hispanoamericana, caracterizada por la mezcla de estilos, donde encontramos elementos del herreriano, el plateresco, el mudéjar, el protorrenacimiento y otros.
La casa perteneció al Capitán Antonio Ruíz Mancipe, quien fue Alcalde de Tunja en los años 1591, 1601 Y 1606. Existe la fecha de 1597 en la parte superior de la hermosa portada de piedra, que señala la culminación de la construcción de esta linda casa de estilo colonial.
La familia Ruiz llegó al Nuevo Reino de Granada en la Expedición de la Hueste conquistadora del Licenciado Gonzalo Jiménez de Quesada.
Esta familia era de procedencia andaluza. Don Pedro Ruiz Herrezuelos, natural de Córdoba, acompañó al Capitán Gonzalo Suárez Rendón en la fundación de Tunja, donde se radicó y recibió un solar para la construcción de su residencia; acto por el cual se le hizo entrega de la Encomienda de Panqueba y Cuscaneba.
En la fundación de Tunja también participó el conquistador Pedro Ruiz Corredor, quien se estableció en la nueva ciudad y construyó su casa; participó en las luchas contra el Cacique Tundama; recibió la Encomienda de Oicatá; fueron sus hijos Miguel Ruiz Corredor, Alférez de Tunja y Doña María Ruiz Corredor, esposa del Regidor de Tunja, Don Alonso Sánchez Marchán.
El Conquistador Cristóbal Ruiz también participó en la fundación de Tunja; era natural de Córdoba (España); a él le fue otorgada la Encomienda de Chocontá y posteriormente la Encomienda de Teusacá, las cuales disfrutó hasta su muerte.
El Encomendero Don Pedro Ruiz García fue alcalde de la ciudad de Tunja en 1557 y 1573. Fue precisamente él quien tomó la iniciativa de hacer una capilla en el templo de Santiago el Mayor; esta capilla fue iniciada en el año 1569 y culminada por su hijo ANTONIO RUIZ MANCIPE.
Así se construyó una de las más bellas capillas de la Catedral de Tunja llamada "Capilla de los Mancipes", hecha con gran estilo predominando una gran riqueza en sus tesoros artísticos.
Allí encontramos el Retablo del Calvario, una de las más bellas obras del Bajo Renacimiento Sevillano.
Cuentan las crónicas coloniales que Don Antonio Ruiz Mancipe enamoró de la sobrina del Cacique de Toca, bautizada con el nombre de Antonia Liñán.
Por ello, los derechos de mayorazgo fueron puestos en tela de juicio. Sin embargo, el Capitán Antonio Ruiz Mancipe ganó su pleito ante la Real Audiencia de Santafé, e hizo la promesa de terminar de ornamentar la famosa capilla de los Mancipe de la Catedral que había dejado empezada su padre.
Una vez terminada, el 26 de julio de 1598 se otorgó escritura de donación de la Capillanía que tenía como renta su casa, una de las más bellas e importantes de la ciudad.
Otros aspectos históricos de la Mansión Ruiz Mancipe
Esta casa del Capitán Antonio Ruiz Mancipe fue dejada en testamento para renta de la Capilla de la Vera-Cruz, que es llamada "CAPILLA DE LOS MANCIPE" en la Iglesia Catedral.
El Capitán Antonio Ruiz Mancipe instituyó como patronos de su capilla y capellanía a los descendientes legítimos de su hija natural Francisca Ruiz, quien se casó con Don Alonso de Riaño, de cuyo matrimonio nació Don Cristóbal Riaño; según las investigaciones realizadas por el historiador Ulises Rojas, la Casa fue de propiedad de la familia Riaño y posteriormente del Dr. Dustano Gómez y de la familia Zubieta hasta el año 1991 cuando fue adquirida y restaurada por la entidad financiera GRANAHORRAR.
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